El origen de las plantas Bonsái, según cuenta la historia, proviene de la antigüedad perteneciente a China, cuya cultura y más precisamente, los monjes sabían atesorarla de forma preciada puesto que para ellos, esta especie de árbol pequeño simbolizaba un ligamento entre el aspecto humano y la divinidad. Con el tiempo, también los japoneses supieron adoptar el cultivo y diferentes procesos de cuidado tales como la producción, transplante, podado, alambrado, regado y pinzado del Bonsái, hasta que estas técnicas se expandieron por el mundo.
En esta oportunidad, me he tomado el atrevimiento de contarles acerca de los cuidados que se debe tener a la hora de regar un Bonsái en el hogar, dado que el riego es una de las claves fundamentales para la continuidad de su existencia y vitalidad.
Como primera medida, es conveniente tomarnos el trabajo de hacerlo en forma continua y en cantidades abundantes, manteniendo ciertos límites, ya que dicha cantidad estará vinculada siempre a las estaciones del año y si se exceden, las raíces terminan pudriéndose, por esto remarcamos este consejo.
Otra cosa, un signo de que el Bonsái esta necesitando agua, es cuando observen que la tierra se encuentra seca a simple vista, con lo cual, es ahí donde les recomendamos echar el liquido, que si es posible que el agua pueda estar en estado de reposo por 24 hs, seria mucho mejor, y ni hablar si al mismo tiempo, complementan estas técnicas con la utilización de un pulverizador.
Como todo en la vida, debemos aprender que tanto las plantas como los animales tienen sentimientos y pertenecen al igual que los seres humanos a este mundo, razón por la cual, si están bajo nuestra responsabilidad, debemos estar siempre pendientes de sus cuidados. Por otra parte, cada persona tiene sus gustos y preferencias, y no a todos les gustaría tener un Bonsái, vos tendrías uno?.
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